Consejos saludables y de belleza para Las Falleras
14 marzo, 2017
Se acerca el verano y tod@s queremos lucir cuerpazo en las playas, y conseguir una piel tersa y lisa, asi que hoy vamos a contaros cómo conseguirlo con algunos de nuestros tratamientos. Os vamos a explicar para qué sirven cada uno y cuáles son sus beneficios a corto y largo plazo, asi que empezamos…
Consiste en un ‘traje’ que cubre piernas y abdomen (en ocasiones también brazos), que ejerce una presión ascendente de forma oscilatoria, de pies/piernas hacia arriba, ayudando al sistema circulatorio/linfático a drenar la grasa. También es un tratamiento beneficioso en casos de varices, piernas hinchadas, piernas cansadas, etc.
Si queremos que funcione bien, se debe intentar realizar de manera conjunta una dieta sin grasas, y acompañar con ejercicio los días que dure el tratamiento. Es muy importante beber 1’5 litros de agua cada día del tratamiento, para ayudar al organismo a eliminar las toxinas. Los resultados son visibles a partir de la 5ª sesión aproximadamente.
Se trata de una máquina que funciona mediante ultrasonidos; se aplica un gel conductor, y pasando un ‘rodillo’ por la zona a tratar, se rompen estos nódulos de grasa, convirtiéndolos en partículas más pequeñas que se eliminarán posteriormente por medio del sistema linfático, a través de la orina. La sensación es similar a cuando te realizan una ecografía.
No es en absoluto doloroso, y lo único que se siente a medida que avanza es calor en la zona tratada, sin llegar a quemar, resultando incluso agradable. Hay que dejar tres días libres entre sesión y sesión, nunca menos, ya que es el tiempo que tarda el organismo en poder eliminar la grasa ‘destruida’ en la última sesión. Lo importante es llevar una continuidad; no se verá ningún resultado si se realiza una sesión cada dos semanas. Hay que intentar empezar el tratamiento cuando se prevee que se puede realizar de manera continua, cada 3 días aproximadamente.
Si tu problema es precisamente la flacidez, puede que este sea el mejor tratamiento que ayudará a eliminar la grasa más líquida y por tanto a reducir la flacidez. La radiofrecuencia no es un tratamiento puramente anticelulítico ya que tiene muchos más usos por ejemplo es muy conocida en tratamientos faciales, pero también se puede usar para reducir la celulitis y en algunos casos es un complemento perfecto de la cavitación. La Radiofrecuencia contra la celulitis consiste en poner unas placas en las zonas a tratar que estimulan la circulación a través de estimulaciones eléctricas.
Pero recuerda que estos tratamientos no hacen milagros ellos solos, necesitan que les ayudes con una dieta equilibrada, ejercicio físico y sobretodo que bebas mucha agua.